De la mar al cielo: las dos caras de Los Gigantes



Duración: día entero ⎜ Distancia: aprox 45 km
Descubre el lado más salvaje y natural de los acantilados de Los Gigantes subiendo hasta Teno Alto.

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MAÑANA
 Empieza con un buen desayuno, probablemente la comida más importante de la jornada, ya que esta ruta requiere muchas energías. Si prefieres tomarte el café por el camino, párate en 100% pan y pastelería de Playa San Juan, donde de la mano de Alexis García se preparan las mejores masas de todo el sur de la isla.
Después de tu dosis de cafeína dirígete hacia Puerto Santiago para empezar a explorar la zona de Los Gigantes. Aquí es donde tu marcas la intensidad de la ruta: nosotros te recomendamos alquilar un kayak y aventurarte por mar abierto en búsqueda de delfines a la sobra de los acantilados. Pero si prefieres un plan menos físico y más relajado puedes optar por conocer las maravillas escondidas de esta costa, bañándote en la cueva del Tancón y en los charcos naturales próximos a la zona.  



MEDIODÍA
 Tanto si has estado navegando por los acantilados, o bañándote en los charcos, a la una del mediodía no hay quien te quite las ganas de comer. Si el hambre aprieta y te gusta la carne a la braza, a las puertas de Los Gigantes tienes Casa Edu, un restaurante de comida canaria con platos caseros y precios relativamente baratos. Sin embargo, si puedes esperar, la alternativa es ponerte en marcha y acercarte en una hora al caserío de Teno Alto, donde en Terraza la Piñata rodeado de la paz de la naturaleza te esperan unos platitos de carne de cabra y el mejor queso fresco de la isla.

TARDE
 Si te has quedado por la zona baja de Los Gigantes es hora de que empieces a subir por la carretera hacia Teno Alto, y curva tras curvas enamorarte del paisaje. Para en el pueblito de Masca para estirar las piernas, respirar aire puro y gozar de las vistas al barranco. Tras el selfie de rigor sigue el camino hasta llegar a destino y una vez en Teno disfruta de la tranquilidad de este caserío, donde la vida rural todavía sigue intacta y dándote un paseo por las fincas a tu alrededor contempla la cara verde de Los Gigantes. Una de las joyitas locales es la quesería de Naturteno, donde puedes probar y comprar los quesos más ricos de la comarca.

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